Los
vigilantes de seguridad, entre la espada y la pared
Fuente:
heraldo.es - P. Puebla. Zaragoza|30/01/2014
La obligación de cotizar por
el plus de transporte ha hecho que las empresas de seguridad privada quieran la
congelación salarial de sus empleados hasta 2017. Al negarse los sindicatos,
amenazan con descuelgues y despidos.
Las
empresas de seguridad privada se están lanzando a la piscina una tras otra. En
los últimos días se ha puesto de manifiesto una estrategia para presionar a los
trabajadores del sector. En Aragón son 2.100 los vigilantes de seguridad, en
toda España más de 100.000.
Las
intenciones manifestadas por las asociaciones empresariales del sector
(APROSER, FES y UAS) de incumplir las condicionales salariales y laborales
pactadas con sus trabajadores han liberado una reacción en cadena a la que se
están sumando todas las empresas. Empezaron Prosegur y Securitas, las dos
grandes del sector, y ya les han seguido otras ocho. Esta ofensiva solo se puede
comprender si se interpreta como una demostración de fuerza: O bien aceptan los
trabajadores una congelación salarial hasta 2017, o bien se atienen a las
consecuencias.
Origen
del conflicto
El convenio colectivo actual -válido hasta finales de este año- contemplaba una subida salarial del 4% a principios de 2014. Las empresas ya venían anunciando que no podrían asumir esta subida y el Real Decreto publicado el 21 de diciembre en el BOE les otorgó la excusa definitiva para negarse a cumplir lo pactado.
Bajo el
nombre 'Medidas para favorecer la contratación estable y mejorar la
empleabilidad de los trabajadores', este decreto asienta la obligación de
cotizar por conceptos retributivos que antes estaban exentos, como los pluses
de transporte. En un momento normal, la medida podría considerarse positiva e
interpretarse como una inversión de cara a la futura jubilación del trabajador
y las incapacidades temporales por enfermedad. En época de crisis, habrá que
ver cuántas empresas no obligan a sus empleados a asumir el coste.
Reacciones
Pocos días después de la publicación del decreto, llegó la reacción de las empresas de seguridad. Calculan que al convertir en cotizable el plus de transporte aumenta un 2,07% el coste salarial y ya han avisado de que, para asumirlo, no solo no están dispuestas a llevar a cabo la subida de salarios pactada, sino que quieren congelar los sueldos hasta 2017 y renegociar otros artículos del convenio. El anuncio llega después de haber reducido en 288 euros los ingresos de sus empleados en 2013.
Al
negarse los sindicatos más representativos del sector (FES-UGT, CC.OO. y
FTSP-USO) a aceptar la congelación, las empresas han contraatacado y anunciado
su intención de descolgarse del convenio colectivo, modificar las condiciones
de trabajo y algunas, incluso, de despedir trabajadores. Sin un convenio
colectivo, se abriría la veda para las bajadas salariales, los aumentos de
jornada y entraría al terreno de juego el monstruo de la competencia desleal.
"Dicen
que el plus de transporte les aumenta los costes un 2,07% y les supone unos 280
euros por empleado y usan esto como excusa para activar los mecanismos que
otorga la reforma laboral, descolgarse del convenio y reducir salarios.
Pretenden que los trabajadores carguen con todo el coste para que las empresas
sean más competitivas", resume Alejandro Gastón, el coordinador de USO
Aragón.
La
subrogación, en juego
Para Mar Pelayo, responsable de la Federación de Seguridad Privada del mismo sindicato, el mayor peligro de perder el convenio colectivo es que la subrogación de los trabajadores en caso de cambio de empresa -algo muy frecuente en el sector-, no sería automática. "Cualquier vigilante que lleva más de cinco años en una empresa ha sufrido una subrogación porque los clientes cambian de empresa de seguridad según lo que éstas les ofrecen, pero los trabajadores se mantienen en sus puestos".
Emilio
Martínez, presidente del comité de empresa de Vinsa augura que sin un convenio
colectivo "se desatará una guerra de precios y de sueldos y el empleado
perderá la estabilidad".
El
secretario general de la Federación de Servicios Privados de CC.OO., Guillermo
García, prevé que todas las empresas del sector se unirán a la ofensiva y se
suma a la preocupación de USO en el tema de la subrogación y los salarios:
"Si se deja caer el convenio colectivo y se firman convenios de empresa
desaparecerá directamente la subrogación y hemos visto en otros sectores que
cada empresa contratará a sus empleados".
Por eso
CC.OO. y USO aseguran que sus sindicatos no firmarán ningún descuelgue del
convenio colectivo y tampoco ningún convenio de empresa, en el caso de que estos
se propongan.
Antonio
López, de FES-UGT Aragón, expone que UGT comprende que una subida salarial del
4% es inasumible pero rechaza la congelación e intentará conseguir una subida
del 1,8% en 2014 y del 0,4% a partir de 2015. Su sindicato critica también los
métodos de presión 'del todo o nada' utilizados por las empresas de seguridad
para ser más competitivas. "Nosotros no producimos tornillos así que para
reducir costes atacarán directamente a los salarios".
La afirmación del representante de UGT, tiene mucho peligro, reconoce abiertamente que va a intentar conseguir un 1,80%, casualmente lo que nos dejaron de pagar en 2013 ( pluses en pagas extras ), renunciando a la subida pactada. Que expectativas más positivas genera la opinión de FES UGT Aragón. Quizás el que esté entre la espada y pared, sea este señor.