Ni una denuncia a vigilantes
de seguridad por detención ilegal desde 2013
Fuente: abc.es - E. BARBA / SEVILLA - Día 26/06/2014
Tras la polémica inicial, las empresas
de seguridad privada destacan su labor de «complemento de los policías» bajo la
nueva normativa, que «define muy bien los límites»
Con
una facturación anual de 3.600 millones de euros, las empresas de seguridad
privada de España se sostienen pese a la crisis ahora afianzadas por la
reciente reforma de la Ley de Seguridad Privada, en vigor desde el
5 de junio. Ésta confiere respaldo jurídico a una manera de actuar que ya se
estaba aplicando de facto pero bajo un limbo normativo, pues
los vigilantes de seguridad venían ya trabajando en la vía pública, pero con
muchos vacíos legales. La nueva norma regula absolutamente el sector, lo saca
de la selva, como se apuntaba ayer en el acto celebrado en la sede de la
Fundación Cajasol de Sevilla con motivo del Día de la Seguridad Privada en
el que se hizo entrega de distinciones a vigilantes de seguridad por
actuaciones destacadas el año pasado por parte de los responsables del Cuerpo
Nacional de Policía y de la Guardia Civil.
El
evento contó también con un foro en el que los responsables de seguridad pública
y de las empresas privadas destacaron las ventajas del nuevo marco
legal, que sustituye a una ley de 1992 «que ya era puntera en Europa, la
envidia de países como Italia o Alemania, con lo que ahora esta reforma nos
coloca con mucha más diferencia con respecto a nuestro entorno, siendo una
referencia mundial». Así lo destacó el comisario Esteban Gándara,
de la Unidad Central de Seguridad Privada de la Policía Nacional,
encargado de la coordinación con los vigilantes privados. Tanto él como los
responsables de las asociaciones recalcaron un aspecto: el nuevo texto limita
perfectamente la actuación de la seguridad privada a la posibilidad dedetención
de delincuentes «como protección o bien para su puesta inmediata a disposición
de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado». Los límites están muy
bien definidos y, de hecho, no se ha producido ni una sola denuncia por
detención ilegal en todo 2013 ni en lo que va de 2014, según apuntaron.
La
ley no hace sino reproducir la facultad que los vigilantes ya tenían en sus
funciones en la vía pública. De hecho, como apuntó a ABC el delegado en
Andalucía de Aproser —asociación que aglutina al 70% de
compañías—, Miguel Sánchez Pizarro, «cualquier ciudadano,con
la normativa vigente, dispone de la facultad de detener a un
delincuente. De la misma manera que la ley no prevé en modo alguno que un
vigilante se vaya a dedicar a solicitar la documentación aleatoriamente a
quienes transitan pacíficamente por la calle». Los límites están definidos
aunque se ofreciera una imagen de la reforma distorsionada ante una presunta
«privatización» de la Policía para ser suplidos por «seguratas». Todos
los días se producen detenciones por parte de vigilantes de seguridad en
centros comerciales o edificios públicos. Forma parte de la normalidad, es un
trabajo complementario con el de la Policía, ante quien se pone inmediatamente
a disposición al detenido.
Formación «policial»
Además,
también quedó remarcado el hecho de que los profesionales de la seguridad
privada en España tienen ya en la actualidad el mayor nivel de
formación de todos los países de la Unión Europea, tanto por el contenido
de la formación previa que reciben, por la existencia de un examen por la
policía (con test físicos y psicológicos) antes de obtener la habilitación
profesional y por la exigencia de una formación permanente durante toda su vida
profesional, con un curso obligatorio anual de 20 horas. Reciclaje constante.
La
reforma incluye una mayor protección jurídica al vigilante, ya que
cuando las agresiones que sufran cuando actúan debidamente identificados,
durante el ejercicio de sus funciones, y en coordinación o bajo mando de las
Fuerzas de Seguridad, tendrán la misma calificación penal que
si se hubieran cometido contra agentes de la autoridad. Se les permite la
persecución en espacios públicos de delincuentes «que hayan sorprendido en flagrante
delito» y se les protege legalmente como a policías, pero sus funciones están
del todo subordinadas a éstos. El tono complementario es tal que los vigilantes
privados podrán vigilar el perímetro de centros penitenciarios.
JOSÉ GALIANA
Los sesenta vigilantes premiados, en la
Fundación Cajasol
Premiados por su
trabajo en 2013
E.B. SEVILLA
Por méritos. Con motivo del Día de la Seguridad
Privada, se hizo entrega ayer en la Fundación Cajasol por parte de los
responsables de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado de sesenta
menciones honoríficas a vigilantes de seguridad por actuaciones destacadas de
2013. Entre los servicios distinguidos con las menciones «tipo A» destacan
intervenciones como la del vigilante de un establecimiento comercial que evitó
un robo con intimidación, persiguió al autor y lo detuvo pese a que éste le
amenazaba con un arma blanca. O también la intervención de tres vigilantes del
Hospital de Valme que evitaron que una mujer en avanzado estado de gestación se
autolesionara clavándose un cuchillo. Entre las menciones «B» destacaron
múltiples intervenciones que evitaron agresiones a personal sanitario y
empleados de centros oficiales, auténtica lacra en los últimos años, la
colaboración en la extinción de incendios, la asistencia a personas con
minusvalías o numerosos servicios en polígonos industriales colaborando en la
detención de ladrones o atracadores.