Comerciantes y vecinos de
Medina mantienen un servicio de seguridad tras un apuñalamiento hace un año en
esa calle. "Se ha recuperado la normalidad pero a costa de nuestros
bolsillos".
Fuente:
diariodejerez.es GLORIA MORENO, JEREZ - 27.11.2015
Un
vigilante de seguridad privada permanece alerta y mira de un lado a otro de la
calle Medina desde ya casi un año. Comerciantes y vecinos de esta céntrica vía
tuvieron que recurrir a esta medida para garantizar la seguridad de los que
transitan diariamente por la calle, donde el mercadeo ilegal de diferentes
artículos venía provocando no pocos incidentes y peleas. El presidente de
Asunico, Manuel García, propietario de un negocio en esta calle, recuerda que
fue el apuñalamiento, en noviembre del pasado año, de un ciudadano rumano por parte de otro de
su misma nacionalidad lo que hizo saltar la
chispa de un malestar que iba creciendo entre comerciantes y vecinos.
El
vigilante de seguridad de la calle Medina, esta semana. / Pascual
En
aquel momento se unieron para reclamar presencia policial permanente en esta
calle y en respuesta, el Ayuntamiento y la Subdelegación de Gobierno reforzaron
la seguridad con dispositivos de agentes en la zona y en el caso del gobierno
municipal, se comprometió también a modificaciones en la ordenanza de venta
ambulante.
Pero el
dispositivo policial permanente no se pudo mantener por mucho tiempo y en
cuanto se bajó la guardia, volvió la inseguridad.Fue entonces cuando comercios
y vecinos decidieron recurrir a la contratación de vigilancia privada, un
sobrecoste que, no obstante, consideran efectivo.
La
puesta en marcha de este servicio de seguridad privada exigió cumplir con una
serie de requisitos y obtener el permiso de la Subdelegación de Gobierno. “Fue un montón de papeleo y trámites, pero
aquello no podía ser. Se juntaban hasta 30 personas de distintas nacionalidades
cogiendo toda la acera, no dejando pasar a los clientes, asustándolos. Perdimos
un 60% de la clientela”, afirma categórico García.
Ahora
-mantiene- “podemos decir que hemos recuperado prácticamente la normalidad y
Medina es una de las calles más seguras del centro, eso sí a costa de nuestros
bolsillos y cuando además comercialmente lo estamos pasando mal”.
La
iniciativa, aunque extraña por lo inhabitual que es ver en una calle un vigilante privado, ha sido positiva y de
hecho, comerciantes y vecinos piensan seguir manteniéndola de momento ante el
temor también de que se vuelva a la situación anterior.
“Yo
creo que seremos de las pocas calles en el país con vigilancia privada”,
asegura este comerciante que mira con envidia hacia la vecina calle Larga,
donde la presencia de agentes bien de la Policía Local o de la Nacional es
habitual. “Somos una calle de primera, igual que Larga, a la hora de pagar de
impuestos, pero no para otras cosas”.
García
se muestra convencido de que la presencia del vigilante jurado, que permanece
en la calle Medina en horario comercial, ha tenido un efecto disuasorio y ha
frenado en gran parte las conflictivas concentraciones de personas y el
‘trapicheo’ que se producía. “No sólo es efectivo desde el punto de vista
comercial, sino que además, por ejemplo, hace poco presenció un incidente
relacionado con violencia de género y tuvo que intervenir y llamar a la
Policía”.
El presidente de Asunico señala que gran parte
del problema está en el poco control que existe sobre la venta ambulante. “No
se puede permitir ese tipo de actividad en una zona comercial. En Jerez es un
problema muy grande, lo vemos todos los días en la calle Doña Blanca. Hay
comerciantes que me dicen que o se acaba con eso, o mañana cierran su negocio y
se ponen a vender también en la calle, sin pagar impuestos”.