miércoles, 5 de octubre de 2016

Cae la mujer del 'capo' de Esabe tras 4 años huida y la jueza la libera: no ve riesgo de fuga

Cae la mujer del 'capo' de Esabe tras 4 años huida y la jueza la libera: no ve riesgo de fuga

García de la Torre y su marido estaban en busca y captura desde hace casi cuatro años

Fuente: .elconfidencial.com-ROBERTO R. BALLESTEROS

Agentes de la Policía Nacional detuvieron el pasado jueves en La Línea de la Concepción (Cádiz) a Pilar García de la Torre, en busca y captura desde diciembre de 2012, cuando el Juzgado número 37 de Madrid ordenó su detención y la de su marido, Juan José Prados, propietario del grupo de seguridad Esabe. El matrimonio huyó de España un día antes de que la Policía pusiera en marcha la operación que llevó a la detención de una decena de personas de la cúpula directiva de la mercantil y al desmantelamiento de la sociedad.

Durante estos últimos casi cuatro años, la Policía ha buscado a Prados y a su mujer por donde ha podido, pero siempre con la limitación de la paralización del proceso judicial en el mencionado Juzgado 37 de Madrid, que aún hoy no ha podido siquiera escanear los cientos de miles de folios de que consta la causa, a pesar de haber reclamado medios para hacerlo a la administración de justicia. Tras la detención de García de la Torre ayer, el juzgado de guardia de La Línea contactó con el 37 de Madrid, que instruye la investigación.

Este último remitió un cuestionario al juzgado de La Línea para que contestara García de la Torre y esta lo rellenó en el momento. Tras enviar las respuestas a Madrid, la titular del 37, Purificación Elisa Romero Paredes, ordenó la puesta en libertad de la detenida. Fuentes policiales explican que desde 2012 no se había localizado a la mujer porque no se encontraba en su domicilio habitual ni se conocía dónde estaba.

Casi cuatro años después de que la Policía detuviera a la cúpula de la empresa de seguridad Esabe en 2012, las pesquisas judiciales apenas han avanzado. Las dos furgonetas llenas hasta arriba de documentación que los investigadores recopilaron en las oficinas y domicilios de los imputados, entre los que se encontraba el presidente de la sociedad, Prados, y su mujer, García de la Torre, siguen cogiendo polvo en los juzgados de plaza de Castilla (Madrid).

La magistrada que instruye la causa se ha quejado en repetidas ocasiones de la falta de medios materiales que tiene el juzgado para escanear los 250.000 folios que componen el procedimiento, almacenado en más de medio centenar de cajas. Tras las reiteradas protestas de la titular del juzgado, por fin la Administración puso a su disposición un escáner. Sin embargo, aún hoy no han sido digitalizados los miles de folios que componen la causa.

Prados continúa en paradero desconocido desde que se fugó de su domicilio pocos días antes de que la Policía pusiera en marcha la operación que llevó a la detención de toda la cúpula directiva de Esabe en diciembre de 2012. A pesar de estar en busca y captura, curiosamente Prados tiene una representación legal. Su abogado se persona en los juzgados con toda normalidad y ejerce la defensa del imputado sin que nadie le pregunte dónde está su cliente.

Es la misma paradoja que ha rodeado a la reciente detención de su esposa. Tras ser puesta en libertad por el juzgado de guardia de La Línea, la mujer cruzó la verja y pasó a Gibraltar, donde fuentes de la investigación aseguran que tenía amarrado su yate Prados. El desaparecido podría estar viviendo con García de la Torre en el barco y yendo de puerto en puerto. Las mismas fuentes echan de menos que el Juzgado 37 de Madrid hubiera remitido una comisión rogatoria al Reino Unido para reclamar la detención del imputado.


La cúpula de Esabe fue detenida en diciembre de 2012 por los delitos de alzamiento de bienes, insolvencia punible, delitos contra la Seguridad Social y contra los trabajadores y falsedad documental. La operación conllevó la imputación de una docena de personas, de las que la Policía únicamente pudo detener a 10, ya que ni el propietario ni su mujer se encontraban en su domicilio el día de las detenciones. Ambos habían huido casualmente pocas horas antes.