INVESTIGACIÓN La trama corrupta,
RTVV y la visita del Papa a Valencia
Gürtel
usó a 'limpiadores' como vigilantes para la visita del Papa
El ex secretario general de RTVV impuso 200
vigilantes para guardar las pantallas
Limpiadores y personal civil
sin experiencia vigilaron el material audiovisual
La televisión autonómica pagó 363.000 euros
añadidos al contrato por este servicio
Fuente:
elmundo.es - JUAN NIETO Valencia 03/03/2014
La
trama Gürtel trabajó en Valencia con total libertad. La banda de Francisco
Correa mordió hasta de los contratos que se firmaron por la seguridad de las
pantallas que se instalaron por la visita del Papa en 2006. Y sus presuntos
aliados no tuvieron reparos en usar a limpiadores o personal civil sin
experiencia para vigilar el material audiovisual, según la documentación a la
que ha tenido acceso ahora EL MUNDO.
Teconsa,
constructora en la que se escondió Gürtel, se quedó el contrato de las
pantallas por 7,4 millones (costaba poco más de tres y el resto se empleó para
comisiones, según la Policía). La factura escandalizó a técnicos o
administrativos de RTVV y no incluía ni tan siquiera el personal de seguridad.
El acuerdo entre Teconsa y RTVV se firmó en mayo, y hasta finales de junio la
cadena no contrató los trabajos.
El
montaje de las pantallas arrancó el 24 de junio de 2006 sin vigilantes privados
y el productor que nombró Gürtel para el gran evento, Miguel Torroja, presentó
un informe donde denunciaba que la cadena infringía su parte del acuerdo.
Incluso amenazó con retirar todo el material si no se respetaban las cláusulas.
El
grupo de seguridad con el que trabajaba RTVV en otros eventos como las Fallas o
las Hogueras, Segur Ibérica, no podía efectuar este servicio extraordinario y
Servicios Generales recurrió a otras empresas para respetar su acuerdo con
Gürtel. Al frente de ese departamento estaba Vicente Sanz, acusado de abusos
sexuales a empleadas de RTVV, que impuso la contratación de 200 vigilantes pese
a que los técnicos de la casa sólo pidieron 80, según los testimonios incluidos
en la causa.
Como
RTVV se retrasó, Gürtel, por iniciativa propia, recurrió a civiles para que
vigilaran todo el material y facturó a través de empresas no homologadas por el
Ministerio del Interior. Apogee, una de las sociedades a las que Teconsa había
subcontratado trabajos audiovisuales, facturó 99.764 euros por el
"personal de seguridad" hasta el día 1 de julio pese a que el
contrato no lo permitía. Sanz dio su visto bueno (así consta en un escrito
firmado por su departamento que la Policía encontró en RTVV) y, en paralelo,
Servicios Generales firmó otro contrato con Eulen SA que ascendió a 122.238
euros por el mismo concepto.
Esta
empresa hacía trabajos de seguridad para RTVV y uno de sus empleados ha
admitido a esta redacción que "los limpiadores" prestaron el servicio
porque no tenían suficiente plantilla para hacer frente al evento. Eulen
facturó por 10.132 horas de servicio, 2.316 horas de más teniendo en cuenta el
número de pantallas que se instalaron (47) y los días que vigiló el material
(7).
RTVV
firmó contratos con tres empresas más de seguridad, aunque por importes más
reducidos que con los presuntos colaboradores de Gürtel (19.882 euros, 38.798
euros y 55.870 euros). En total, la seguridad supuso un gasto adicional para
Canal 9 de 336.553 euros.
Todos
los contratos se adjudicaron directamente sin cumplir los principios de
publicidad y concurrencia. Entre las facturas se incluye una de Segur Ibérica,
la adjudicataria del servicio de vigilancia de RTVV. Pero la Policía puntualiza
en un informe que ya tiene el juez José Ceres que Canal 9, al no poder cumplir
Segur Ibérica con el servicio extraordinario, "inicia el expediente de
contratación urgente en el que se solicita únicamente oferta a Eulen".
Este
informe fue presentado por la dirección de gestión, en manos de Sanz. En él se
constata que Eulen "puede prestar de manera inmediata el servicio
requerido" a cambio de 10,40 euros la hora, más IVA.
El
expediente 8, que es el del servicio auxiliar de conservación y control del
equipo técnico del evento, siempre ha estado bajo la sospecha de Policía y
Fiscalía. El expediente se declaró urgente, su precio libre y en los criterios
de adjudicación no se tenían en cuenta los aspectos económicos. Es decir, el
dinero no era un problema y la aprobación definitiva dependía de Pedro García,
ex director general de RTVV que presuntamente actuó en connivencia con la banda
de Correa.
Los
testimonios que ha practicado el juez Ceres han alimentado esta sospechas. Un
alto cargo de la Policía, cercano al presidente de las Cortes, Juan Cotino,
admitió que "me chocó que no fueran uniformados" por su
"experiencia policial". El propio Sanz, cuando declaró en junio de
2013 como testigo, confirmó al juez la premura con la que se habían firmado
estos contratos pese a que RTVV sabía desde mayo que tendría que asumir el
trabajo. No obstante, aseguró que Apogee no trabajó con Canal 9 en temas de seguridad
pese a las facturas que la Policía ha encontrado en el centro de producciones
de Burjassot.
Luis
Sabater, entonces jefe técnico de RTVV, también explicó al juez que los
vigilantes iban "sin uniformes", que se recurrió a
"estudiantes" y que sólo había "37 documentadas para estar en
seguridad". Y ahora se ha conocido que Gürtel también puso a limpiadores a
vigilar el material y facturó como si fuera personal cualificado.