El obispado de Lugo contratará vigilancia tras un intento de robo
El Obispado asegura que no falta ninguna de las piezas depositadas
PEPE SEIJO - Lugo - 25/08/2011 – elpais.com
Un intento de robo o un "acceso no autorizado", como lo denomina la Iglesia. Lo cierto es que alguien entró subrepticiamente a una de las salas del museo de la Catedral de Lugo y al despacho de su director, aunque no hay constancia de que se llevasen nada. Pero el episodio ha destapado la ausencia de vigilancia en las dependencias eclesiásticas. El Obispado se plantea ahora contratar seguridad privada para que no vuelva a ocurrir.
La Iglesia se plantea ahora contratar seguridad privada para el templo
"Hubo un acceso no autorizado a uno de los espacios museísticos de la catedral. Por los indicios, hay una puerta forzada de acceso a las torres. Ascendieron por uno de los andamios instalados a raíz de las obras de rehabilitación de la fachada y de la cabecera. Pero no ha desaparecido ningún objeto del museo", respira aliviado el delegado de Patrimonio del Obispado, César Carnero. Lo más enigmático es que el intruso o intrusos apenas removió los objetos que había en las dos salas a las que irrumpió desde uno de los torreones.
Así y todo, las alarmas se han disparado tras lo ocurrido con el Códice Calixtino en la Catedral de Santiago. "Todo el mundo está sensibilizado, pero no solo por lo de Santiago. El patrimonio artístico-histórico de la Iglesia es muy grande y estamos en una época complicada porque con la crisis los robos aumentan", reflexiona Carnero. Y lo más extraño de todo es que no se llevaran ninguno de los muchos tesoros artísticos que contiene la seo lucense, como una pieza del siglo IV.
Las obras en la catedral luguesa, de estilo románico y datada su conclusión en 1273, presentan un gran andamiaje que reviste sus cúpulas y la fachada, lo que habría facilitado el trabajo de los que lograron colarse en el museo. "Accedieron al despacho del director y a una sala. Ambas dependencias están en las torres de la fachada principal. Fue un susto y estamos revisando todo el sistema de seguridad para evitar problemas mayores en el futuro", repite el religioso.
La catedral, que posee el privilegio papal de exposición permanente del Santísimo Sacramento como pocos templos tienen en el mundo, sigue abierta al culto pese al "susto". Pero eso no quiere decir que se vaya a descuidar un ápice su seguridad. "Vamos a extremar las medidas de vigilancia. Probablemente se contrate una empresa de seguridad privada para que vigile durante las obras cuando no están los obreros, evitar posibles accesos y controlar incluso con videocámaras las zonas que no están controladas. La fachada, evidentemente, no es accesible. Lo es ahora por los andamiajes. Y vamos a intentar evitar otra intrusión desde ahí", anuncia Carnero. "Hay que intentar frenar cualquier posible acceso que nos traiga consecuencias lamentables, de desaparición de piezas religiosas. Hay que evitar eso al máximo".
Pero en la diócesis de Lugo parece que se asume con resignación ese "tratamiento de los bienes espirituales como si fuesen de los hombres", la fórmula con la que Carnero se refiere a los numerosos robos de los últimos años se concreta en pequeñas iglesias de toda la provincia."Hubo una época aún peor, en la década de los años sesenta. Un auténtico descalabro se cometió sobre el patrimonio de la Iglesia, con bandas organizadas que saqueaban los tempos y vendían las tallas fuera de España. Hace un par de años que se nota otra vez un repunte de robos, aunque más que llevarse piezas artísticas lo que hacen es desvalijar los cepillos buscando dinero", explica el representante del Obispado de Lugo.
Los hechos ya fueron puestos en conocimiento de la policía, que deberá desentrañar ahora el enigma de quiénes eran y qué buscaban los autores del "acceso no autorizado" a la catedral y al museo eclesiástico de la ciudad de Lugo.
GALICIA
El Obispado de Lugo contratará agentes privados tras hallar forzada una puerta de acceso a la Catedral, en la que no se detectó robo algunoEn Santiago se potenciará el dispositivo si así lo aconseja el equipo que investiva el robo del Códice
E. AMADO / LUGO
Día 25/08/2011 – abc.es
El último caso, en la Catedral de Lugo, en la ola de ataques contra los bienes artísticos y arquitectónicos de la Iglesia ha llevado al Obispado de Lugo a estudiar, como ocurre ya en la archidiócesis de Santiago, la implantación de un sistema de seguridad privado que proteja los bienes de su catedral y Museo Catedralicio.
Hace unos días, explicaba ayer el delegado de Patrimonio Artístico de la Diócesis Lucense, César Carnero, varias personas accedieron a la Catedral y su Museo. Tras subir por los andamios de las obras de restauración de la fachada y forzar una puerta, los desconocidos entraron en el despacho del director del Museo y llegaron a abrir vitrinas del mismo, «pero finalmente no se llevaron nada». Aunque el caso podría tratarse, en palabras de Carnero, de una simple «gamberrada», el fallo de seguridad ha hecho saltar la alarma de los responsables del templo, en el que actualmente solo existe un sistema de videovigilancia para evitar ataques contra el patrimonio.
Por ello, sus responsables avanzaron ayer que «probablemente» recurrirán a profesionales de seguridad para proteger el complejo. «Vamos a extremar las medidas de seguridad. Probablemente se contrate una empresa de seguridad privada para que vigile durante las horas en que no están los obreros y también para controlar con videocámaras las zonas que no estaban controladas», explicaba Carnero a Europa Press.
El fuerte incremento de las irrupciones y saqueos en templos de toda Galicia ha sido certificado en los últimos tiempos por el departamento de la Fiscalía de Galicia especializado en Patrimonio. Pero no fue hasta que se produjo el robo del Códice Calixtino cuando se divulgó en toda su extensión y gravedad este fenómeno, que los especialistas vinculan no solo a la crisis, sino a las escasas medidas de seguridad existentes en los recintos, muchos de ellos en zonas rurales y, por tanto, de fácil expolio.
El caso del Libro del Santo Jacobo, todavía abierto, llevó a la archidiócesis compostelana a abrir la puerta a reforzar la seguridad de su recinto clave (el Deán de la catedral, José María Díaz, avanzó a ABC que si el informe de la Policía así lo llega a aconsejar, se implementarán medidas adicionales). Y lo mismo puede ocurrir ahora en Lugo, donde el recurso a agentes privados se mantendría, al menos, mientras duren las obras de restauración del conjunto arquitectónico y especialmente fuera del horario de trabajo de los profesionales, con el objetivo de «minimizar los riesgos en el Museo».
Debate abierto
A raíz de lo ocurrido con el Códice Calixtino, el Fiscal Superior de Galicia, Carlos Varela, reconocía en una entrevista publicada en este diario la necesidad de abrir un futuro debate, en frío, sobre la seguridad del patrimonio eclesiástico. «Sabemos que hay un mercado ilícito de objetos sagrados: saquean las iglesias del rural, que están muy desprotegidas. Cuando hablamos ya de bienes como el Códice, de esta naturaleza, ahí las medidas de protección tienen que ser las máximas, no se puede ser ingenuo y pensar que si no se activan esas medidas de protección máximas los bienes no están en riesgo. Habrá que hacer un debate sobre si la vigilancia es la adecuada o no sobre estos bienes de incalculable valor», explicaba.
Más allá de las catedrales de Santiago y Lugo, los sistemas de seguridad en otros templos gallegos son disimilares. Lo más frecuente es una insuficiente, en opinión de los especialistas, combinación de cajas de seguridad, cámaras de vigilancia y controles de entrada en los accesos. En Ourense, ni el sistema de las alarmas ni la cámara de seguridad pudieron evitar la desaparición de la diadema de plata repujada del busto barroco de madera de la Dolorosa, ubicada en una capilla expuesta al público. El suceso ocurrió, a plena luz del día, un buen día de abril de 2008.