miércoles, 15 de julio de 2015

Más datos sobre el asalto al furgón de Prosegur

SUCESO DE AIRE CINEMATOGRÁFICO EN LA CIUDAD
Asalto al furgón blindado

Unos atracadores huyen tras un tiroteo con los vigilantes del vehículo en Sant Martí después de intentar robar la recaudación de un súper

Un delincuente resulta herido de bala

Fuente: elperiodico.com - VÍCTOR VARGAS LLAMAS / BARCELONA - MIÉRCOLES, 15 DE JULIO DEL 2015

¿Petardazos tres semanas después de Sant Joan? Esa pregunta corrió como la polvora entre los vecinos de la calle de Concili de Trento y alrededores al mediodía de ayer, instantes después de escuchar varias e intensas detonaciones. Enseguida despejaron la incógnita al comprobar que el estruendo se correspondía en realidad con los disparos que intercambiaron los vigilantes de un furgón blindado con unos atracadores que trataron en vano de apropiarse del botín.

Las dudas también asaltaron a Sergio Angulo, que casi dudó si el impacto sonoro no sería un logradísimo efecto especial del videojuego en cuya partida se encontraba absorto. «En el balcón vi a un hombre vestido completamente de negro, con gorra y gafas de sol forcejeando en el suelo con un vigilante de seguridad. Parecían luchar por el control de un arma», comprobó desde su inesperada atalaya.

Los asaltantes esperaban la salida de los vigilantes con la recaudación del supermercado Condis ubicado en la confluencia de Concili de Trento con Julián Besteiro. El conductor del blindado, de la empresa Prosegur, aguardaba en el vehículo mientras dos compañeros acudían a recoger la recaudación. A la salida del establecimiento, uno de los dos atracadores se abalanzó sobre los vigilantes e inició la pugna en el suelo con uno de ellos. «Un criminal estaba detrás del kiosko que hay frente al supermercado y el otro ¡estaba sentado junto a mí y a una amiga en el banco donde nos ponemos siempre!», explica una vecina. Dijo ver a un atracador ocultar su escopeta en una gran caja de juguetes.

Rastro de sangre

Un asaltante resultó herido en el tiroteo con los vigilantes y huyó en dirección a la Gran Via. En su trayecto, dejó restos de sangre apreciables en algunas de las calles próximas. «La gente que lo vio marcharse dice que sangraba de un brazo», explica María José Marín. Ni los vigilantes ni ningún vecino resultaron heridos. El otro asaltante corrió hacia la calle de Perú. Alicia Pueyo, del restaurante Ca La Estrella se enteró de que «algo no iba bien» al ver a los clientes de la terraza agacharse y huir en sentido contrario.No se descarta que haya algún miembro más aguardando en un vehículo para escapar, según fuentes próximas a la investigación ,que indicaron que parece tratarse de individuos de la Europa del Este.


Los Mossos recuperaron una escopeta y una pistola de los atracadores, pero aún no los han podido interceptar. Mientras, el barrio trata de recuperar la calma, sobresaltados por el susto del asalto frustrado y el revuelo mediático. Los tiroteos, mucho mejor en videoconsola.