jueves, 20 de septiembre de 2012

Convenio Colectivo: APROSER da otra vuelta de tuerca


Y SECURITAS parece encabezar el descuelgue
Tratando de entender cómo el sector de la seguridad privada ha entrado en “coma”, la memoria nos hace retroceder  hasta aquel día en que Rajoy, ese bombero pirómano, llegó al poder con una sonada campaña a favor de la austeridad, de los recortes y, además, con una Reforma Laboral que castraba  derecho fundamentales  de los trabajadores, como jamás se había visto hasta entonces.


Ese es el momento en que, digámoslo así, marca un antes y un después del sector. Es el momento en que se “oficializa” la guerra, hasta entonces más o menos soterrada, entre las empresas de seguridad “legales” y las “empresas pedorras” por hacerse con una parte del pastel (contratos y clientes) y, donde el fin justificaba todos los medios (recortes salariales de los vigilantes, principalmente). Es el momento en que se legaliza el “todo vale” y, en el que el sector pasa a ser, definitivamente, el “coño de la Bernarda”.

De ahí para adelante, hemos visto de todo. Con la guerra instalada hasta en el más alto nivel, hablamos de APROSER, desfilaron ante nuestros sorprendidos ojos los juegos de alianzas, las traiciones  y  los  pactos secretos para intentar llevarse el gato al agua… Resumiendo, hasta aquí esta película tiene un balance demoledor: “las pirañas pedorriles” están acabando con los “tiburones” de la seguridad y de paso con el sector.


Pero, puestos a tirar de la manta, vamos a buscar al tercer responsable de este desastre sin precedente. Si, si, lo hay. Porque mientras esto sucedía,  algunos sindicatos de clase evitaban mojarse a fondo y se limitaban a lanzar tibios mensajes, eso sí, cargados de buenas intenciones, pero sin concretar nada con un respaldo explícito y contundente.


Ese puñetazo en la mesa que pedía esta Sección Sindical empezando por mandar a tomar por culo  a los “firmadores” de descuelgues y convenios.  A pesar que hacía rato que  había llegado la hora de poner toda la carne en el asador para presionar y evitar el desmoronamiento total del sector. Obviamente,  castigar a los “saboteadores” del convenio estatal con el “látigo de la indiferencia” no era suficiente para remontar la escalada de “descolgaos”.


Así las cosas, hace algunos días se filtraba lo que se preveía: la “amenaza” de “descuelgue” del Convenio Estatal de la todopoderosa APROSER dando ese gran paso que la igualará a las empresas pedorras y que viola la “ortodoxia” de la que había hecho gala, hasta entonces, ayudando además con ello, a dar carta de legitimidad a los convenios basura.


Directamente y sin tapujos el mensaje  fue  llegando alto y claro, a través de dos “bastiones” de la seguridad privada, Eulen y Securitas, con la intención de rematar la faena cuando se reúnan los negociadores del Convenio Estatal.


Es decir, siete meses después de la mayor victoria empresarial hecha Reforma, el impulso “de calidad y garantías” de Aproser y su apuesta por hacer otra “gestión de la seguridad”, muy distinta y a gran distancia de las pedorras, parecen haberse diluido como un azucarillo.


Y aún reconociendo, me refiero a los empresarios de elite (Prosegur, Securitas, Eulen, etc.), que la Reforma Laboral, más allá de abrir nuevas “vías de penetración” para las empresas pedorras no sirve  para nada, han decido seguir el ejemplo  y prosperar aprovechando el filón que cavaron los gestores pedorriles en base a los descuelgues y convenios de empresas que el decretazo  les permite.


Para que os hagáis a la idea… es como si las “primeras marcas” entran a competir con las “marcas blancas”… bajando el listón, claro… ¿tiene lógica?.... Ya sabéis que las primeras marcas, por ejemplo, Danone, en el precio llevan aparejada calidad, garantía, publicidad, etc. y las marcas blancas, como la Hacendado de Mercadona, en su precio sólo lleva aparejada los mínimos exigibles para pasar los controles pertinentes y poder comercializarse…


Es decir, “low cost” (bajo coste) aunque conlleve “low security” (baja seguridad)…ahora que la ministra de fomento ha puesto los términos tan de moda. Diréis, y con razón, ¡cómo se habrá deteriorado el percal para que se haya llegado a este punto!


Suponemos que, con esta “estrategia” empresarial, Aproser pretende salvar los muebles del naufragio pero, a no ser que nos de algún otro detalle, si es que aún le resta tiempo para ello, opinamos que será un nuevo despropósito que tendrá consecuencias para su propio bolsillo.


Eso por una parte, porque ni  pensar lo que pasará de llegarse a concretar el ultimátum de la patronal. Ese en el que  APROSER y el convenio estatal pasan a mejor vida haciendo hueco a los convenios de empresa


Claro que sí, porque ahora os explicamos lo que ellos no se atreven abiertamente a contarnos, o mejor dicho, Carlos Blanco, presidente  de APROSER, no aclara:


1.- Si propongo una revisión a la baja del convenio estatal es porque la Asociación que presido amenaza con dejar de serlo empezando por el portazo, que, con toda seguridad, dará  mi propia empresa, EULEN, si no se abre ese melón. Y, a pesar que  hasta ahora me he resistido a los cantos de sirena, (ya veis, le dimos la patada a Falcon por hacer lo mismo que vamos a hacer nosotros ahora), el aumento en los costes laborales, a partir de la cotización del plus de vestuario, no se está repercutiendo a los clientes. Por lo tanto, la situación para mi es complicada porque estoy tocando el corazón de los accionistas, el bolsillo. ¿Vale la pena complicarme la vida cuando “descolgarme” de lo que firmé, hace sólo unos meses, es así de fácil? Desde luego que no. Entonces, vale, me toca, adiós a la ortodoxia y nadie podrá reprocharme nada.


2.- Sé que con esta movida, por el momento, sólo equilibraré la cuenta de gastos  y beneficios pero, no por ello acabo con el problema que, en un 50%,  es la competencia desleal de las pedorras. Es más, como la Reforma Laboral ha abierto un gran agujero por donde traga y traga los salarios de los vigilantes, seguramente las “pedorras”   irán tirando de ello para seguir yendo a las licitaciones a la baja .Así que este apaño  no es el último, si no, uno de unos cuantos hasta que el salario del vigilante se equipare al de los auxiliares o al salario mínimo interprofesional. Tiempo hay para que así sea porque estamos metidos en un círculo vicioso: tú bajas, yo bajo; yo bajo tú bajas… ¡que aquí nadie pagará más pudiendo pagar menos! No se hizo ni en los tiempos de las vacas gordas


3.-De producirse la debacle y cada empresa se las arregle como quiera con su propio convenio, sé que se vivirá un carajal que nadie olvidará porque quedará en sol-fa lo del art.14 (subrogaciones) que, hasta la fecha, está contemplado en el convenio estatal y hasta las pedorras lo admiten con entusiasmo, a pesar de tener sus propios convenios. Porque menuda gracia si pierdes un servicio y te tienes que quedar, además, con la plantilla de vigilantes…


4.- Al final, si lo reconozco, estoy haciendo competencia desleal pura y dura pero, no por ello dejaremos de  vender nuestras propias “marca blanca”, es decir, los auxiliares, puesto que, a día de hoy, son más rentables que los vigilantes y quién sabe si será en un futuro el sector fuerte.


Visto lo visto, la ruptura entre la patronal y Comisiones parece inevitable. De hecho, buscar la viabilidad del sector sin  perjudicar a ninguna de las partes fue lo que primó a la hora de firmar el actual Convenio Estatal. Ya no hay tiempo ni ganas de contentar a nadie. Mientras,  SECURITAS ya anuncia su descuelgue comunicándolo a sus representantes y PROSEGUR, silenciosa, seguridad inteligente, espiando tras el visillo.

Sólo resta fijar la hoja de ruta de las futuras movilizaciones. Es lo que hay y así os lo contamos.