jueves, 29 de agosto de 2013

Flipen con este caso..


Para el universo económico liberal, ese que nos venden como la panacea todos los días, el caso del Cementerio de Deva, Gijón, es el típico ejemplo de cómo  las políticas de austeridad son la única respuesta  para asegurar a los ciudadanos un país atrofiado administrativamente.

De paso, mostraría a nivel nacional cómo, si a la destrucción de empleo propugnada por la Reforma Laboral se le deja curso libre, no tan sólo no cumple  con su finalidad de “saneamiento del mercado de trabajo” si no que, por el contrario, en corto plazo genera más gastos de todo tipo. Entre otras cosas, porque la madre naturaleza (que obviamente es más sabia que los sabios que toman decisiones) no perdona las equivocaciones.

Así las cosas, merece la pena leer el Caso del Cementerio de Deva,  en el cual, en resumidas cuentas, vemos una vez más como algunas mentes pensantes no han calculado bien el resultado de sus decisiones porque han ignorado aquel refrán que dice: “No vale la pena cambiar lo bonito por lo hermoso. Ni lo cierto por lo dudoso….”.

Sin embargo, os aseguramos, que este refrán y muchos otros,  lo saben hasta los jabalíes gijoneses quienes, aprovechando que la situación la pintaban calva, han hecho su particular agosto…

Veréis. De acuerdo con  las noticias, con nocturnidad y alevosía, los jabalíes se cuelan diariamente en el recinto para levantar el césped y comerse las raíces escondidas entre la tierra. ¿Cómo?..¿Por qué?...Porque los seis vigilantes de Sabico que hacían la labor de vigilancia en el campo santo fueron “reemplazados” por un CCTV, cumpliendo con los objetivos planeados entre el cliente y la propia empresa de seguridad…Seguramente, basándose en el proverbio  aquel que reza: “cuando las ganas aprietan, ni los muertos se respetan…”

Por lo tanto, fruto de esa “política económica mixta” - es decir, por un lado, de laxitud de la seguridad y por otro, la ortodoxia con según que gastos-, se ve como cada semana en el Cementerio de Deva se constatan nuevos desperfectos  que van más allá del césped, pues, los jabalíes también han dañado algunas lápidas, etc.…Pero, sobre todo, los daños también son morales… Como cuentan algunos afectados “Es muy duro ir a visitar a un familiar fallecido y ver los desperfectos que han causado estos animales”…

Es indudable (para cualquier persona razonable, claro está), que en lo relativo a la determinación de “quitar vigilantes” habrá que hacer un ejercicio de “rebobinamiento” con el fin de  dar una solución a los ciudadanos que merecen un servicio de calidad. Ciertamente, somos conscientes que es un ejercicio difícil por la falta de costumbre. Y, aprovechando la carrerilla, también sería  útil que se empezara a reflexionar en que la INSEGURIDAD NO ES SÓLO una SENSACIÓN si no, algo mucho más importante…. ¿es mucho esperar?... Aún así, ahí queda.